SICK ha lanzado el nuevo sensor de color de alta resolución CSS, que permite la detección de colores en condiciones exigentes y aumenta la productividad del sistema mediante el mantenimiento preventivo.
 Con su alta resolución de color y procedimiento de aprendizaje, este sensor distingue incluso los matices de color más finos. También detecta gradientes de color y materiales estructurados, como la madera.

Además de distancias de detección de hasta 500 mm, el CSS de alta resolución ofrece regulación automática de la distancia de detección: incluso con distancias cambiantes y diferentes tamaños de objetos, reconoce los colores con precisión.

Además, la pantalla del sensor TFT a todo color muestra los valores L*a*b o RGB y la similitud de un color detectado con un color memorizado. A través de la interfaz IO-Link, se pueden transferir y almacenar externamente hasta 24 colores por tarea de identificación. Gracias a la ayuda para la configuración específica de la aplicación, el sensor se instala rápidamente mediante el software SOPAS.

Con su resolución de color alta y su gran profundidad de campo, el sensor de color de alta resolución CSS distingue matices de color difíciles de ver para el ojo humano. Incluso los degradados de color y los materiales y superficies estructurados, como la madera, la piedra o la tela, no suponen ningún reto gracias al innovador proceso de aprendizaje. Y es que el sensor puede detectar hasta materiales con una coloración heterogénea.

Las diferentes distancias al objeto suelen influir en la percepción del color de un sensor. SICK compensa este efecto con el ajuste automático del rango de escaneado, que permite al CSS de alta resolución asignar correctamente los colores, incluso con alturas de objeto variables. El ajuste automático del alcance de barrido permite al sensor detectar objetos de distintos tamaños a distancias variables, hasta 500 mm, sin tener que volver a enseñarlo en un solo proceso ni ajustar el enfoque de forma mecánica, lo que ahorra tiempo y garantiza la flexibilidad.

Gracias a la ayuda de configuración inteligente del software SOPAS, el sensor de color se instala con especial rapidez y precisión a la aplicación correspondiente. Además, la sencillez del diagnóstico, la supervisión y el ajuste del CSS de alta resolución durante el funcionamiento garantizan una mayor eficacia. Todo ello gracias a IO-Link, interfaz que también permite transferir en paralelo hasta 24 colores y almacenarlos externamente.

Los ámbitos de aplicación de este sensor pueden ir desde el control de calidad hasta la clasificación y separación de objetos o el posicionamiento de marcas y objetos.