SiCrystal GmbH celebra su 25º aniversario. En las últimas dos décadas y media, la empresa -que hoy cuenta con más de 200 empleados- ha ampliado su ámbito de actividad a nivel internacional: una pequeña pero importante pieza de tecnología fabricada en Franconia puede encontrarse en vehículos eléctricos de todo el mundo, por ejemplo.

Al fin y al cabo, a menudo son las pequeñas cosas las que hacen que sucedan las grandes. Con sede en el polígono industrial Nordostpark, al noreste de Núremberg (Alemania), la empresa fabricante es uno de los actuales líderes del mercado mundial de obleas semiconductoras de carburo de silicio monocristalino (obleas de SiC).

"Los 25 años de historia de la empresa son realmente dignos de celebración", afirma el director general Robert Eckstein, al recordar los inicios de SiCrystal. La empresa produce obleas de SiC desde abril de 1997. Las obleas constituyen la base de los componentes electrónicos modernos y se asemejan a "un CD sin agujero". Son casi tan duras como un diamante y muy resistentes al calor. Sin estos discos, de menos de un milímetro de grosor, la movilidad eléctrica y el mundo digital serían impensables.

Las investigaciones realizadas en la Universidad de Erlangen a principios de los años 90 sentaron las bases de la empresa y, en 1997, se fundó SiCrystal AG. Por aquel entonces, todo comenzó con el desarrollo y la toma de muestras de las primeras obleas de SiC en Eschenfelden, en el Alto Palatinado. A principios de la década de 2000, el fabricante de semiconductores se trasladó a Erlangen y en 2009 fue adquirido por el grupo japonés ROHM, fabricante de componentes electrónicos. Esto supuso un hito para la empresa. Al trasladar su filial al cien por cien a Núremberg, ROHM creó mucho espacio para seguir desarrollándose y establecer la producción. Esto dio a la empresa el impulso decisivo que necesitaba para poder producir en masa los sustratos para la electrónica de potencia, como hace actualmente.