ABB y Kawasaki Heavy Industries presentan la primera interfaz operativa común para robots colaborativos. Esta interfaz común también servirá para paliar la carencia de trabajadores cualificados en numerosos sectores. En Japón, por ejemplo, una de cada cinco personas se encuentra a una década de su jubilación.

Los robots colaborativos (cobots) pueden ser manejados por prácticamente cualquier usuario, lo que podría compensar la escasez de mano de obra. Su flexibilidad para trabajar en casi cualquier lugar de la fábrica, sin barreras de seguridad, los convierte también en elementos idóneos para responder a picos de demanda repentinos e imprevistos.

La interfaz nace de la colaboración entre ABB y Kawasaki anunciada en noviembre de 2017, concebida para compartir conocimientos y fomentar las ventajas de la automatización colaborativa, más concretamente los robots colaborativos de doble brazo. Incorpora una interfaz humano–robot simplificada con navegación e iconos intuitivos similares a los de los smartphones.

Además del desarrollo permanente de la interfaz operativa, la colaboración se centra también en otros temas, como las normas comunes de seguridad. Las normas tradicionales sobre seguridad industrial están basadas en años de práctica y respaldadas por parámetros muy específicos. El objetivo de la automatización colaborativa consiste en elaborar normas de seguridad que velen por la seguridad de los trabajadores y permitan, a su vez, formas totalmente nuevas de trabajar juntos sin restringir en exceso las numerosas ventajas de los robots colaborativos.

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