La EmCORE-i230G de ARBOR Technology es una placa base para sistemas informáticos embebidos de tamaño compacto, y que puede montar un microprocesador Intel Atom E3825 de doble núcleo, 64 bits, funcionando a 1,33 GHz, o bien el Atom E3845 de cuádruple núcleo, también 64 bits y funcionando a 1,91 GHz.

Tanto sea uno como otro procesador, este viene soldado en placa base.
Aguanta temperaturas operativas de entre -20 y +70 grados centígrados, aunque si necesitamos utilizarla en ambientes excepcionalmente exigentes en lo que respecta a este parámetro, tenemos un rango extendido que va de los -40 hasta los +85 grados centígrados.
En lo que respecta a puertos de E/S, esta compacta placa base para sistemas informáticos embebidos de uso industrial de Arbor presenta seis USB 2.0, y un puerto USB 3.0, dos RS232/485 seleccionables, una ranura mini PCI Express, socket de expansión para alojar una tarjeta microSIM para comunicaciones 3G/4G, y dos controladores de tarjeta de red independientes entre ellos.
Como almacenamiento interno, ofrece entre 4 y 16 GB de memoria eMMC 4.5 embebidos que se pueden ampliar gracias a un puerto SATA3, un socket para tarjeta CFast, y otro que puede acoger una micro SDXC.
En lo referente al vídeo, la GPU está integrada, y disponemos de una salida VGA, otra HDM, y una tercera LVDS. La resolución máxima que puede ofrecer es de 2048×1536 vía el puerto HDMI, con 1920×1200 a través del puerto LVDS. Como vemos, puede lidiar con contenidos Full HD, y es capaz de controlar dos monitores de forma independiente.
Al ser una placa base para sistemas informáticos embebidos de arquitectura x86 es compatible con las versiones estándar de la plataforma Windows. En concreto, Arbor especifica Windows 7, 8.1, y 10, aunque también ofrece soporte para GNU/ Linux. En general, debería ser compatible con cualquier plataforma que funcione en máquinas de arquitectura x86 de 32 y 64 bits, aunque para algún caso puntual es factible que se necesiten drivers para reconocer y controlar el hardware.
Utilización de la placa base para sistemas informáticos embebidos.
Es una placa que busca ofrecer un equilibrio entre precio y prestaciones, siendo versátil y entregando suficiente potencia -incluso gráfica- para cumplir con la mayoría de tareas que se le pueden demandar a un sistema informático industrial.
Entre sus áreas de aplicación nos encontramos con los puntos de información y trabajo en formato quiosco en ambientes de exterior, o en campos como el de la minería, gas o petróleo. Su resistencia a temperaturas extremas y diversidad de puertos lo hace ideal para estos entornos.

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