En esta serie de cuatro artículos, hablaremos sobre un estilo de vida sostenible y sobre cómo será posible ahorrar más energía en el futuro gracias a los nuevos métodos de generación de energía, las nuevas tecnologías de materiales y las técnicas de diseño más recientes.

1. Las posibilidades en materia de energías limpias.
2. El impulso de las renovables por lograr productividad y eficiencia.
3. El almacenamiento conectado: un pilar de la red ecológica.
4. Producir más, consumir menos.

¿Es posible descarbonizar la energía global en 2050?
No cabe duda de que descarbonizar la economía mundial es absolutamente imprescindible, pero, si queremos garantizar la calidad de vida y hacer los cambios necesarios, mantener la actividad económica también es crucial. La clave para lograr estos objetivos aparentemente contradictorios consiste en obtener un suministro de energía sin emisiones, o con un nivel muy bajo de estas, que sea abundante y fiable.
Por todo el mundo, las autoridades están empezando a entender la importancia de las energías renovables, algo a lo que han contribuido los datos de la investigación científica, las campañas políticas y las cumbres sobre el clima, como la Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés), un evento anual de las Naciones Unidas que implementa y protege el Acuerdo de París e intenta lograr el compromiso de los gobiernos en problemas climáticos aún más complejos.
Según un informe de 2022 de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), las energías renovables constituían el 81 % de la expansión en capacidad neta en 2021, un año en el que la capacidad total de estas energías llegó a 3064 GW. Un 40 % de esta cifra se debe a la energía hidráulica, que sigue en aumento. Según la IRENA, China añadió 14,6 GW de capacidad hidráulica en 2021, seguida por Canadá, con 1,3 GW.
Sin embargo, el crecimiento más importante es el de la energía solar y la eólica. En conjunto, constituyen el 88 % de la nueva capacidad en materia de energías renovables. Asia añadió 76 GW de capacidad solar en 2021, de los que China e India añadieron 53 y 10,3 GW respectivamente. El crecimiento en la energía eólica se frenó en comparación con 2020: se sumaron 93 GW en todo el mundo, mientras que el año anterior esta cifra fue de 110 GW.

La energía verde a gran escala
China está combinando la energía hidráulica y solar, y está a punto de abrir la central eléctrica híbrida más grande del mundo en 2023. La ampliación planificada en una planta hidráulica ubicada al sur de la provincia de Sichuan aumentará la capacidad de este tipo de energía y añadirá capacidad solar en las mismas instalaciones; según las previsiones, el conjunto generará unos 2000 millones de kWh al año.
La Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA) ha elaborado una base de datos no oficial de proyectos solares superiores a 1 MW, a partir de notas de prensa, noticias y conversaciones con promotores. En su «2022 Major Solar Projects List», hay más de 5900 proyectos de ese tipo (en funcionamiento o en construcción) y en total suman más de 180 GW de capacidad instalada (imagen 1).

Imagen 1: por todo el mundo, se están construyendo instalaciones solares con el objetivo de generar energía sin emisiones (fuente: Shutterstock)
Los proyectos eólicos más importantes (imagen 2) en EE. UU. en 2022 están en los estados de Iowa y Nueva York. Los tres proyectos más importantes añaden 4,5 GW de capacidad a los 135,1 GW que el país ya tiene.

Imagen 2: las economías más importantes del mundo pueden generar cientos de gigavatios de electricidad a partir de la energía eólica (fuente: Shutterstock)

Cuándo se logrará generar energía sin emisiones
Cada vez hay más países aceptando compromisos para lograr el nivel cero de emisiones (NZE), y todo el mundo parece estar de acuerdo en que 2050 es un plazo adecuado y razonable para evitar los desastres climáticos más contundentes. En EE. UU., el Gobierno de Biden tiene el objetivo de generar el 45 % de la electricidad del país a partir de fuentes solares en 2050. Sin embargo, para cumplir ese objetivo, habría que instalar 30 GW de capacidad solar al año desde hoy hasta 2025, y 60 GW al año a partir de entonces. Algunas de las propuestas del Nuevo acuerdo ecológico presentadas en EE. UU. exigen que el sector de la energía quede totalmente libre de carbón en 2030. En 2019, el 38 % de la demanda energética en EE. UU. venía de fuentes limpias, aunque la mitad de este volumen era energía nuclear.
Los informes anuales de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestran que la proporción de renovables en la cesta energética global está aumentando a un ritmo de 2-3 % al año (29 % en 2020). Si ese progreso continúa, en 2045 casi el 90 % de la energía podría generarse a partir de fuentes renovables. Por otro lado, la AIE también indica que los avances en conceptos como los edificios o el transporte no son suficientemente rápidos como para alcanzar ese objetivo.

La energía nuclear avanzada y la fusión
La gran pregunta es si las energías renovables, como la solar, la eólica o la hidráulica, podrán por sí solas suministrar toda la energía necesaria. La energía nuclear es una opción inconcebible para algunos, pero no genera gases de efecto invernadero y puede suministrar un enorme nivel de energía bajo demanda.
Biden, el actual presidente de los EE. UU., es un valedor de la energía solar, pero también respalda las iniciativas para lograr una energía nuclear avanzada: más segura y rentable que la que ofrecen los reactores construidos hasta la fecha. Bill Gates también aboga por la energía nuclear, y ha invertido dinero y esfuerzo en llevar a cabo estudios para mejorar el análisis de costes y la seguridad en la generación de esta.
La «otra» energía nuclear, la fusión, trata de imitar la reacción que ocurre en el Sol. Ya se están creando grupos de investigación y organizaciones con el objetivo de comercializar la tecnología y empezar a desarrollar las plantas energéticas del futuro. Sin embargo, la viabilidad de este método como fuente de energía a gran escala es cuestionable. El proyecto multinacional ITER, albergado en el sur de Francia, empezó en 1985 y está aún en construcción. Además, tras la instalación de un reactor de fusión preparado para el suministro de servicios, este puede llegar a tardar diez años en alcanzar la temperatura inicial necesaria para empezar la fusión. El mundo no puede esperar tanto; para algunos, la fusión no puede ser la solución a la emergencia climática.

Conclusión
Las expectativas de descarbonización dependen de la capacidad de generar energía limpia. Las principales fuentes renovables —hidráulica, solar y eólica— están ofreciendo una parte cada vez mayor de la demanda energética mundial. Cada vez hay más Gobiernos comprometidos con el nivel cero de emisiones en 2050 a fin de limitar el aumento global de las temperaturas. En lo relacionado con la generación de energía, parece un objetivo alcanzable, aunque el progreso en otros campos sigue siendo lento. Aún queda mucho trabajo por delante si queremos garantizar la sostenibilidad y una atmósfera más limpia.

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