La robótica agrícola puede poner en duda varias afirmaciones comunes. Entre ellas está la idea de que grande es mejor. En la práctica esto se ha traducido en maquinaria agrícola cada vez más grande y potente.

Esto tiene sentido porque una máquina grande amplifica las capacidades del conductor experto, aumentando dramáticamente su productividad. Sin embargo, esta afirmación puede estar a punto de experimentar un cambio fundamental. La razón es que, actualmente, el conductor podemos ponerlo fuera de la ecuación.

El informe de IDTechEx Research "Agricultural Robots and Drones 2016-2026: Technologies, Markets, Players" dibuja un mapa detallado de cómo la tecnología robótica entrará en diferentes aspectos de la agricultura, cómo va a cambiar la forma en que se desarrolla la agricultura, en qué se convierte el futuro del negocio de los productos agroquímicos y cómo va a modificar la forma en que diseñamos maquinaria agrícola.

Este informe proporciona mapas detallados de tecnología, previsiones de mercado a diez años segmentados por tecnología y territorio, y perfiles de empresas basadas en entrevistas. En general, IDTechEx Research prevé que el sector de los robots agrícolas y los drones alcanzarán a 12.000 millones de dólares en 2026.

Los tractores se vuelven totalmente autónomos

Los vehículos agrícolas han estado a la vanguardia del desarrollo y la adopción de la tecnología de navegación autónoma. De hecho, más de 320.000 tractores equipados con tecnología de guía automática serán vendidos en 2016, aumentando en 660.000 al año en 2026. Estos tractores utilizan la tecnología RTK GPS para seguir autónomamente los caminos pre-planificados con una precisión de cm. Esto convierte a la agricultura en el mercado con mayor adopción de navegación autónoma.

La industria ya está evolucionando. Las principales empresas de tractores de todo el mundo ya han mostrado tractores autónomos o carritos de carga maestro-esclavo o "follow me". En estas disposiciones, un operador tripulado supervisa el movimiento del tractor líder con otros que le siguen.

Esta evolución tecnológica fomentará la noción de que "grande" es mejor porque permite ampliar aún más la productividad del conductor experto a través de múltiples vehículos esclavos o seguidores. Esta disposición se utilizará cada vez más en cultivos agrícolas a gran escala.

Los tractores completamente autónomos y sin tripulación serán el siguiente paso evolutivo. Los principales prototipos semicomerciales ya han sido mostrados por las principales empresas de maquinaria agrícola.

Los retos técnicos se resuelven en gran medida. Aquí, el tractor está equipado con una variedad de sensores superpuestos, tales como LIDAR, RADAR y SONAR para proporcionar una navegación autónoma en ausencia de señal GPS, a la vez que evitan colisiones.

Los costes de la tecnología son actualmente altos, pero los mayores obstáculos se encuentran en el retraso del marco regulatorio y el deseo de los agricultores de mantenerse a cargo. Todo esto cambiará inevitablemente, en particular a medida que la población agrícola siga creciendo en todo el mundo.

En general, IDTechEx Research prevé en su informe que las ventas de tractores completamente autónomos comenzarán sólo a partir de 2021/2022, alcanzando más de 200 millones de dólares en 2026.

¿Los vehículos agrícolas se transforman?

La llegada de los robots agrícolas móviles creará la noción de que pequeño, ligero y lento es bueno. En esta visión, pocos tractores pesados, rápidos, grandes y tripulados serán reemplazados o complementados con muchos robots ligeros, lentos, pequeños y no tripulados.

En este caso, la ligereza no significa una reducción en la superficie, aumentando así la tierra útil en cada granja en hasta un 3%, la lentitud significa más atención a cada planta, por lo tanto mejores datos y una acción específica más particular de la planta, y la pequeñez significa potencialmente un coste bajo.

El coste es, naturalmente, un parámetro crítico aquí. Esto se debe a que las máquinas grandes y rápidas son más productivas. Significa que estas nuevas clases de robots agrícolas tendrán que ser 24 veces más baratos para tener sentido económico. Este requisito limitará la adopción generalizada a medio plazo.

Se trata de un cambio radical en la forma en que concebimos los vehículos agrícolas. La nueva visión alternativa está todavía en su infancia, pero la dirección del desarrollo es clara. Ya hay cientos de robots agrícolas móviles. Con la excepción de 50 o así de pequeño tamaño, la mayoría sin embargo aún están en la fase de investigación o semi-comercial.

Los costes también son elevados en la actualidad, sobre todo porque estos robots móviles requieren múltiples sensores para proporcionar seguridad y autonomía incluso en ausencia de señales GPS. El primer efecto es que los agricultores aún no confían en ellos y de hecho no están dispuestos a pagar este extra. Esto significa que algunos modelos están siendo ofertados en el mínimo necesario con aparentemente simples características.

La inmadurez tecnológica establece el modelo de negocio
Las máquinas todavía no son completamente fiables a pesar de la tecnología, a nivel del componente discreto y del software. Esto se manifiesta en los modelos de negocio de muchas empresas que buscan comercializar robots similares. Se convierten en proveedores de servicios para que los agricultores no soporten toda la carga de riesgo, y para que los más expertos puedan hacerlo funcionar en caso de que haya un fallo técnico que cause un tiempo de inactividad.

Los agricultores transforman la revolución en evolución
Todo esto cambiará en el transcurso de la próxima década. A pesar de ser reconocidos por su conservadurismo, los agricultores a menudo adquieren la tecnología. Esto es evidente en las estadísticas mundiales que muestran cómo la producción ha crecido a pesar de la caída del empleo en los sectores agrícolas, lo que se debe en parte a la expansión de la mecanización en la agricultura. El efecto real de este conservadurismo, sin embargo, es que las tecnologías potencialmente revolucionarias se vuelven evolutivas. Esta nueva noción de enjambres de robots no tripulados tampoco será una excepción. Aquí el cambio será gradual también, tanto tecnológica como comercialmente. De hecho, a medida que la tecnología mejore, la propuesta de valor tendrá que ser probada en cada paso adelante.

Esto aún no se ha hecho, ya que sólo unos pocos ensayos de campo han tenido lugar y aquí el reloj experimental está, inevitablemente limitado, por las temporadas de cosecha, lo que frena aún más el proceso de adopción. Además, hoy en día muchos robots agrícolas funcionan bien en ambientes especialmente construidos, lo que sugiere que tal vez la adopción a gran escala requiera una modificación en la manera en que se despliegan las granjas. Esto continuará a ritmos meticulosamente lentos, ayudando aún más a convertir la revolución en una evolución.

Por Dr Khasha Ghaffarzadeh, Director de Investigación, IDTechEx Www.IDTechEx.com