Francois Danet, director de desarrollo de negocios de centros de datos de Saft ISD, analiza el papel que desempeñan los superordenadores hoy en día, a medida que más operadores de centros de datos adoptan la tecnología de baterías de Li-ion para sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS).

Las instalaciones informáticas y los centros de datos de alta potencia de hoy en día dependen de la disponibilidad y fiabilidad de las fuentes de alimentación y los sistemas de respaldo. Esto se debe a la importancia de los cálculos en ámbitos como la investigación climática, la exploración de petróleo y gas, la mecánica cuántica y el modelado molecular.
La pregunta que trae de cabeza a la mayoría de los operadores de centros de datos es qué tipo de inversión necesitan realizar para garantizar el suministro de energía. Durante un tiempo, la mayoría de los centros de datos han recurrido a sistemas UPS con baterías de plomo-ácido (VRLA) reguladas por válvulas. Sin embargo, los operadores están bajo presión para mejorar el rendimiento, controlar los costes del ciclo de vida y cumplir con una legislación restrictiva para mejorar la eficiencia energética.
Los sistemas UPS suelen utilizan para cubrir el gap de energía que la instalación correspondiente necesita hasta que entre la fuente de energía alternativa. Además, los sistemas UPS y de baterías también protegen los servidores de datos ante los daños por picos de tensión, mediante la absorción y liberación de energía como acondicionador de potencia. Una forma de lograrlo es cambiar a la última generación de baterías de Li-ion en sistemas UPS.

LAS VENTAJAS TÉCNICAS DE LAS BATERÍAS DE IONES DE LITIO
Los sistemas de baterías Li-ion son compactos y ligeros, con una alta densidad de energía. Su peso reducido requiere menos ingeniería civil y apoyo estructural, lo que disminuye los costes de construcción. Pero lo que es más importante, los módulos de batería Li-ion pueden crear sistemas que cumplan con las exigencias precisas de las capacidades de energía, voltaje y almacenamiento.
Mientras que las baterías VRLA deben mantenerse a una temperatura constante de 25 °C, las baterías Li-ion funcionan incluso a 35 °C. A su vez, esto reduce la necesidad de enfriamiento y ventilación, lo cual permite ahorrar en energía, mejorar la efectividad del uso de la energía y el desempeño medioambiental. Adicionalmente, las baterías de Li-ion tienen sistemas electrónicos de gestión de baterías que controlan las operaciones de carga y descarga para la integración en sistemas de gestión de centros de datos.
Una vez en funcionamiento, la tecnología Li-ion requiere un mantenimiento preventivo ligero, y las baterías pueden recargarse por completo en tan solo una hora. Para los operadores de centros de datos, la carga rápida supone una mejor disponibilidad de la energía auxiliar de su UPS. Los operadores también pueden reducir potencialmente sus sistemas UPS, ya que cuanto mayor sea la disponibilidad, menor será la necesidad de contingencias adicionales.

SISTEMAS DE RESPALDO LI-ION PARA LOS SUPERORDENADORES DE TOTAL
Reconociendo estas ventajas, la compañía Total adoptó un UPS basado en la tecnología de baterías Li-ion para su superordenador, en su centro de datos informáticos de alta potencia en Pau, Francia.
Total, utiliza el superordenador para mejorar la precisión de su exploración de petróleo y gas, y sus operaciones de producción. Hay que aclarar que los geólogos utilizan el centro para crear modelos subsuperficiales de yacimientos de petróleo y gas para detectar zonas en las que perforar pozos. Esto mejora la eficiencia de sus actividades de exploración y producción.
Para ello, una empresa como Total necesita un UPS de alto rendimiento (alta temperatura), intercambiable, que se integre con sus sistemas de monitorización y mejore la eficiencia energética de la instalación, sin necesidad de apagar la instalación para su mantenimiento. También requiere una solución con la capacidad de reinyectar la energía del UPS a la red, o para soportar otras cargas.
El centro de datos que sustenta uno de los superordenadores industriales más grandes del mundo utiliza baterías Li-ion avanzadas, y se prevé que esta tendencia siga creciendo en popularidad y consistencia. Al fin y al cabo, los superordenadores son máquinas complejas que se utilizan para aplicaciones cada vez más complejas. Desde la medicina hasta la astronomía, debe liderarse el camino en la gestión de datos con la ayuda de una potencia de respaldo robusta y fiable, gracias a las baterías de Li-ion.

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