The Catalyst, el centro de desarrollo de I+D de Analog Devices Inc (ADI) está situado en Limerick, Irlanda, un país que concentra muchas de las empresas más tecnológicamente potentes de todo el mundo gracias a sus políticas de inversión en la formación, flexibilidad laboral e incentivos fiscales.
Las instalaciones a primera vista podrían parecer un centro de desarrollo tecnológico empresarial, pero Analog Devices añade una características muy importante en el sector de la electrónica a día de hoy, la colaboración con empresa afines y socios. Además, la empresa americana cuenta con fábricas en dos de sus emplazamientos, una en Irlanda.

Esta combinación de factores contribuyó a la decisión de construir The Catalyst en Limerick, y en marzo de 2022 se inauguró la instalación que ha estado terminando de ajustar algunos detalles para estar a día de hoy, ocupada en un tercio de sus más de 9000 metros cuadrados. Con un coste de 100 millones de euros, se espera que los dos tercios restantes durante el próximo año.

A partir de unas instalaciones que en el pasado eran simples almacenes para distribución de componentes, ahora, varias empresas, muchas importantes clientes de Analog Devices, trabajan dentro de The Catalyst, desarrollando, innovando y mejorando sus productos en un enfoque 100% dedicado a la satisfacción del cliente final.
Aunque las empresas que acuden a The Catalyst buscan más un perfeccionamiento que una modificación o actualización de sus productos, la ventaja competitiva reside en la naturaleza personalizada de la asociación que ADI mantiene con las empresas que acuden allí. Gracias a sus conocimientos en hardware y creación de soluciones, las empresas pueden obtener estas soluciones de calidad creadas por ADI específicamente implementadas en sus productos y para sus circunstancias y entorno, a menudo utilizando soluciones de cosecha propia como A2B Audio Bus para entornos de automoción.

The Catalyst está actualmente enfocado a varías segmentos industriales clave: Industria 4.0 y energía inteligente, automoción, 5G y conectividad de nueva generación. Estos sectores estuvieron representados en las jornadas de presentación a la prensa con Vodafone, la empresa de realidad virtual finesa Varjo, el fabricante de chips Intel y el gigante Johnson & Johnson.

Michael Morrissey, director de The Catalyst definió los tipos de compromiso, que incluyen:
1. Equipos conjuntos a largo plazo que trabajan in situ en varios proyectos.
2. Un equipo conjunto que trabaja en un único proyecto que puede durar un par de meses.
3. Contratos a distancia en los que ADI colabora con socios que trabajan a distancia.

En el ámbito de las comunicaciones, ADI Catalyst acoge a Intel y Vodafone para dar soporte en la parte de RF de OpenRAN con su banco de pruebas de red OpenRAN5G. Andy Dunkin, responsable de desarrollo de plataformas digitales y RF OpenRAN en Vodafone, afirma: "Estamos aquí como colaboradores indirectos de Intel. Trabajamos con proveedores como ADI sobre todo para influir en el diseño del silicio que llegará dentro de dos o tres años". El objetivo de Vodafone con ADI es influir en el diseño del silicio que llegará dentro de dos o tres años.

Por su parte, Johnson & Johnson, aborda en su colaboración con ADI las comunicaciones industriales 5G en fábricas e instalaciones robotizadas. La farmacéutica invierte 1.000 millones de dólares al año en automatización de fábricas, por lo que el éxito de la asociación abre enormes mercados industriales.
ADI ha concedido una gran importancia a los edificios inteligentes. ADI Chronous, una solución Ethernet escalable creada por la empresa, presume de automatizar el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado de un edificio comercial, lo que puede ahorrar hasta un 30% de los costes energéticos.

Un segmento también presente y de gran importancia en nuestra publicación es el de las baterías, en concreto, los Sistemas de Gestión de Baterías (BMS) el Sistemas de gestión de baterías

Para contribuir al desarrollo de BMS, el centro compró en el mercado libre un pack de baterías de un Jaguar Land Rover iPace y lo utiliza como sistema de demostración y desarrollo de sus chips BMS de séptima generación.
Los sensores y algoritmos de monitorización de la batería, así como la emulación de los módulos de la batería, se utilizan desde el principio del montaje del paquete de baterías, a lo largo de la vida útil del vehículo y en la segunda vida útil de las celdas, ya que se utilizan en otras aplicaciones como el almacenamiento estacionario.
"Nuestros electrónicos son los primeros en ver la batería en producción", afirma Vincent Troy, director senior de marketing de producto de ADI. Además de probar el sistema en cuanto a EMI, ADI está añadiendo procesamiento local de IA en el BMS para proporcionar información sobre el rendimiento del paquete de baterías.
"Hemos creado gemelos digitales de los sistemas con modelos en 3D y mapas de calor de RF en el gemelo digital, donde realizamos miles de pruebas y calibramos con datos del mundo real", añade.

El uso de un BMS inalámbrico también potencia el uso de la automatización en el montaje del pack, reduciendo el tiempo de montaje típico de 21 minutos a 6 minutos. "Para nuestros principales clientes, éste era un aspecto clave con el BMS inalámbrico. Se trata simplemente de reconfigurar el software en lugar de rediseñar el mazo de cables", explica.

Este no tan novedoso concepto de colaboración codo a codo con clientes en el desarrollo de tecnologías y productos disruptivos encuentra en The Catalyst, el mejor entorno de funcionamiento.
A la vista esta que grandes compañías de segmentos verticales de mucho peso, ya están colaborando en el centro y esto es muy extrapolable a otros segmentos del mundo de la electrónica y por consiguiente a otros continentes y países. Quizá Japón sea la próxima candidate a sede de un " The Catalyst".