La industria de hoy, y en un momento de crisis como el actual, se debe centrar en la mejora de su productividad, de cara a obtener un producto elaborado cada vez más competitivo. En ocasiones la falta de diferenciación entre productos similares determina que las ventas se decidan exclusivamente por precio, y es aquí donde se debe trabajar.

Un proceso productivo, puede verse seriamente alterado con tan solo sufrir un pequeño corte de energía eléctrica, de escasos milisegundos. Una alteración eléctrica, por insignificante que parezca, puede hacer que se desconfiguren nuestros equipos mecánicos o en el peor de los casos, que se paren los procesos de fabricación, lo que a la larga genera cuantiosas pérdidas económicas.

 

Para aumentar la competitividad no queda más remedio que invertir en la mejora de nuestras infraestructuras, y en los últimos años hemos visto como los usuarios prestan más atención en garantizar su propia calidad eléctrica, ante un corte de alimentación u otras alteraciones de suministro eléctrico, añadiendo equipos SAI (Sistemas de Alimentación Ininterrumpida) o UPS, destinados a paliar estas carencias.

SAIs estáticos

Para entornos de pequeñas potencias, se suelen utilizar los denominados SAIs estáticos “On-line” de doble conversión, generalmente por debajo de 500 kVA de potencia.
Estos equipos acondicionan la alimentación eléctrica que les llega a su entrada y aportan una energía de calidad a su salida, por medio de una conversión de energía electrónica. Si además se necesita asegurar la continuidad eléctrica, se montan unas baterías como elementos de almacenamiento de energía que permiten absorber huecos de alimentación.

En pequeñas instalaciones estos sistemas cubren las necesidades, contra la falta de calidad del suministro eléctrico de energía.
Ahora nos hacemos la pregunta ¿pero qué ocurre cuando tene-
mos que garantizar la continuidad de una planta industrial, conformada por grandes consumidores de energía como motores eléctricos, robots de soldadura, etc. y con
los mismos problemas de calidad eléctrica? y ¿qué ocurre con estos procesos?

Equipos SAI de tecnología dinámica
Para solucionar problemas de alimentación en grandes entornos industriales, Piller aporta su gama de equipos SAI de tecnología dinámica, capaces de dar protección
y continuidad a fábricas enteras. Con un solo elemento se puede llegar a proteger hasta 2.500 kVA de consumo.
Los SAIs de tecnología dinámica, también son acondicionadores de energía, como los anteriormente descritos, pero utilizan un sistema mecánico para conseguir una alimentación segura.

Estos equipos se comportan básicamente como un motor eléctrico que mueve un alternador. Toda la energía eléctrica que les llega, se convierte en movimiento y a partir de aquí, genera de nuevo una energía limpia, pura y perfectamente acondicionada.
Los SAI dinámicos también llamados rotativos, admiten sobrecargas de hasta 14 veces su intensidad nominal de salida y debido a su robusto montaje, pueden mantener la continuidad de un proceso industrial sin verse afectados por los picos que se producen por
la entrada y salida de diferentes consumidores, ofrecen un excelente comportamiento en instalaciones donde el tendido de cable es muy extenso y son el mejor aliado para garantiza la continuidad productiva.

El SAI dinámico Piller integra sistemas de almacenamiento, por medio de un volante de inercia o por baterías, aunque también puede venir acoplado a un motor generador diesel, lo que permite extender la autonomía de las instalaciones de modo indefinido y sin paso por cero.
Estos equipos, ayudan a mejorar las condiciones de entrono, ya que siempre consumen energía activa, con un factor de potencia PF = 1, y actúan como filtros de armónicos entre la entrada/salida y viceversa, con una atenuación del 99%.

Elevado rendimiento
Otro de los factores importantes de esta tecnología es su altísimo rendimiento (o sus bajas pérdidas por generación de calor), lo que hace que sea un elemento que contribuye al ahorro económico en fase de explotación. Tampoco requieren de acondicionamiento especial, ya que pueden llegar a trabajar en entornos de hasta 40 ºC de temperatura ambiente.
A la larga, y para justificar una inversión en este tipo de equipos, se tiene que hacer un estudio de pérdidas, por falta de productividad debido a problemas eléctricos en el suministro eléctrico, contemplando como mínimo:
-   Las pérdidas de producto.
- El tiempo de parada y reactivación.
-  El daño producido a los componentes.
- Pérdidas de oportunidad.
- Daños de imagen.
-  Aumento de ciclos de mantenimiento, etc.

Con todos estos datos en la mano se puede hacer una valoración de lo que suponen las paradas, en el tiempo, y para comparar con la inversión de un SAI dinámico.
Dependiendo de las necesidades de cada usuario se precisa un tipo de solución de SAI dinámico, pero a modo de ejemplo, el montaje de un equipo de 1.670 kVA provisto de sistema de almacenamiento y generador diesel, viene a ocupar una superficie de 14 m (largo) x 3 m (ancho) x 3 m (alto), el espacio que requiere un contendor.

Se debe tener en cuenta que esta tecnología “dinámica” está diseñada para durar por encima de los 20 años de vida. Piller dispone SAIs operativos en este momento, que fueron instalados hace 30 años y referencias en el sector de fábricas de automóviles, fábricas de cables, fábricas de laminados, rotativos de periódicos, fbricas de materiales de construcción, de materiales electrónicos y un largo etcétera.

Autor: PILLER Ibérica SLU

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